El jurado del Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) en Lenguas Romances reconoció la obra del escritor español Enrique Vila-Matas, un maestro que diluye en sus textos la frontera entre ensayo y ficción.
«La obra de Vila-Matas cuestiona incesantemente la frágil condición de la literatura y reflexiona sobre sus límites y desafíos en el mundo contemporáneo. Su concepción de la escritura como juego con el lector, en tanto que gestor de la obra, se inscribe en la gran tradición de Cervantes, Sterne y Cortázar», apuntó el acta del jurado, leída por la española Patricia Martínez.
En la edición número 25 de este galardón, el jurado decidió por unanimidad reconocer la trayectoria de Vila-Matas, nacido en Barcelona en 1948, por ser uno de los autores que más ha contribuido a renovar la literatura de Europa y América Latina.
En su obra «se entrelazan los distintos géneros literarios y se diluyen las fronteras entre ensayo y ficción» con una temática que habla sobre «el escritor que prefiere no escribir, el texto que reflexiona sobre sí mismo y la escritura como un salto al vacío que pone en riesgo tanto al autor como al lector».
Su extensa obra, traducida a una treintena de lenguas, «cautiva por su inteligencia crítica, su humor e ironía», agregó el acta.
En una conexión telefónica, Vila-Matas agradeció el galardón, «un gran honor del que espero ser digno» y lo dedicó al escritor mexicano Sergio Pitol, quien obtuvo este reconocimiento en 1999.
Pitol fue «decisivo en mi vocación literaria», ya que cuando se conocieron le dijo: «escribe y no hagas nada más», un consejo que ha seguido al pie de la letra.
«Este premio no lo veo tanto como un mérito mío, sino como un regalo» del país «que primero apreció mi literatura», que fue México, aseguró el autor de «Bartleby y compañía» o «El mal de Montano», quien también es un devoto de la obra del mexicano Juan Rulfo.
«Se trata de un premio que hasta tiene sentido», dijo el intelectual, ya que la FIL forma parte de su biografía y algunos trazos de su obra están relacionados «con las primeras ferias de Guadalajara, cuando esta no era tan conocida».
Vila-Matas contó que escribe siempre con «la necesidad de encontrar una escritura que nos interrogue en la estricta contemporaneidad», alejada de «los modelos obsoletos», y señaló que actualmente está trabajando en un libro que va en esa dirección.
«Lo llamo novela para salir del paso, pero casi no he escrito nunca novelas, aunque se parezca a la novela. Desde el punto de vista comercial o de la industria del libro se ha hablado de novelas. En todo caso, siempre he estado huyendo de lo convencional», apuntó.
«Mi trabajo siempre ha eliminado fronteras de géneros, algo que no hago solo yo sino muchos escritores, que huyen del encasillamiento y los límites que hay en un solo género», comentó.
Como sucede «en la vida diaria» que «mezclamos en nuestro pensamiento todos los géneros», ficción, ensayo, autobiográfico, «no trabajamos con compartimentos nunca, por lo tanto con la literatura creo que es ridículo usar solo un género determinado», añadió.
Caballero de la Legión de Honor en Francia, donde se exilió voluntariamente en los años sesenta para vivir una mayor libertad creadora, ha recibido más de una veintena de premios y reconocimientos literarios como el Rómulo Gallegos, el Médicis, el Herralde y el Gregor von Rezzori.
En su extensa obra destacan también títulos como «Doctor Pasavento» (2006), «Dublinesca» (2010) y «Exploradores del abismo» (2007).
El galardón, con una dotación económica de 150.000 dólares, será entregado el próximo 28 de noviembre en la inauguración de la XXIX edición de la FIL de Guadalajara, la feria literaria más importante del mundo en español.
Creado en 1991, este premio reconoce la obra de escritores vivos en español, catalán, gallego, francés, italiano, rumano o portugués con «un aporte significativo a la literatura de nuestros días».
El peruano Alfredo Bryce Echenique, el argentino Juan Gelman o el chileno Nicanor Parra han sido algunos de los autores que también han obtenido este galardón que en la pasada edición le fue concedido al italiano Claudio Magris.
Para esta edición del premio se inscribieron 42 candidaturas de 14 países presentadas por instituciones culturales y educativas, asociaciones literarias y los propios miembros del jurado, integrado por João Cezar (Brasil), Ottmar Ette (Alemania), Joaquín Garrigós (España), Alberto Manguel (Argentina/Canadá), Patricia Martínez (España) y Pierre Assouline (Francia).