Equipar masivamente a los alumnos y las clases con dispositivos electrónicos no basta para mejorar los resultados, según un estudio de la OCDE publicado este martes, que hace hincapié en los malos resultados de España.

Los países que han invertido mucho en material electrónico no han registrado una mejora notable de resultados en comprensión escrita, matemáticas y ciencias, destaca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que estudió por primera vez las competencias digitales de alumnos de 15 años, a partir de datos recabados en la edición 2012 de su encuesta del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en inglés).

A pesar de la omnipresencia de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria, aún no están muy extendidas en el sector de la educación, constata la OCDE. Cuando se utilizan en clase, «su incidencia en los resultados de los alumnos es, en el mejor de los casos, moderada».

«No por utilizar equipos electrónicos de manera intensiva en la escuela, se superan con éxito los tests digitales», explica Éric Charbonnier, analista de educación de la OCDE. Estos tests se centran en la comprensión escrita electrónica y también en la «navegación específica», es decir, la capacidad de encontrar la respuesta a preguntas activando una sucesión de enlaces pertinentes en internet.

Los resultados de los alumnos españoles se sitúan por debajo de la media de los países desarrollados a pesar de que «consagran más de 30 minutos diarios al digital para los aprendizajes», subraya Charbonnier.

En cambio, los alumnos franceses se arreglan mejor con la computadora (entre 10º y 14º lugar) que con el papel (12º a 16º), sobre todo los chicos, «aunque el digital no forma parte del aprendizaje».

Los mejores en materia de comprensión escrita electrónica son los alumnos de Singapur, Shanghai, Corea del Sur, Japón, Canadá, Hong Kong… Como no dedican más tiempo a internet en la escuela que los demás estudiantes de la OCDE, el estudio deduce que «numerosas competencias esenciales para la navegación por internet también se pueden enseñar y aprender mediante pedagogías e instrumentos analógicos tradicionales».

‘Docentes sobrestimados’

«Para reducir las desigualdades en la capacidad de sacar provecho a los dispositivos tecnológicos, los países deben mejorar ante todo la equidad de sus sistemas de educación», estima la OCDE.

Los alumnos que mejor se manejan con la «navegación específica» (búsquedas) son los de Singapur, por delante de australianos, surcoreanos, canadienses y estadounidenses. Shanghai, conocida por sus brillantes resultados escolares está sin embargo por debajo de la media de la OCDE.

«No es la cantidad de utilización» de la electrónica «lo que cuenta, es la calidad», estima Francesco Avvisati, analista de la OCDE. El ejemplo australiano muestra que la computadora aporta algo en la escuela si los docentes están formados o tienen experiencia.

En cambio, «los países que dieron la prioridad al equipamiento tienen una tendencia más negativa», como es el caso de Polonia. Para que las nuevas tecnologías sean eficaces, «es necesario partir de los usos», «responder a finalidades pedagógicas», según Avvisati.

Las competencias digitales de docentes y alumnos probablemente se sobrestimaron, destaca en el informe Andreas Schleicher, director de educación y competencias en la OCDE. «¿Cuántos niños elegirían jugar a un videojuego si fuera de la misma (y mala) calidad que los programas informáticos en numerosas clases?», se pregunta.