Trucos y consejos para que no haya ratones en casa
Los ratones suelen ser visitantes indeseados en cualquier hogar, no sólo por el susto que te pueden dar cuando aparecen, sino que sus heces y posibilidad de pisar cualquier alimento o elemento que puedas llevar a tu boca, significan un riesgo sanitario enorme. Además roen cables, con el peligro de cortocircuito que eso conlleva, y hasta pueden llegar a dañar tuberías, y así causar inundaciones.

Durante el verano, la población de ratas y ratones comienza a aumentar, debido a que pueden vivir tranquilos en el exterior, ya que las frutas y granos abundan. En cambio, durante el otoño sus suministros se terminan y comienzan a invadir hogares, oficinas y otros espacios que habitan humanos. Sin embargo, pueden llegar a tu hogar en cualquier época del año. Esto te hace pensar en cómo erradicar los ratones de tu hogar.

 

Mejor prevenir que curar

Comienza con la prevención: si sabes que en tu casa suelen ingresar roedores, evita que ingresen.

Revisa todas tus puertas y ventanas. Si, cuando están cerradas, un lápiz puede pasar por debajo de ellas, significa que un ratón puede ingresar. Séllalas con un burlete.
Revisa las paredes de tu hogar. Esto se hace en busca de agujeros por donde puedan ingresar. Tápalas con material de construcción. Nunca tapes orificios de ventilación, generalmente están diseñados a prueba de ratones. Rellena huecos de tuberías y cables con silicona.
Evita dejar alimentos (inclusive restos) sobre mesas y mesadas. Si bien los ratones ingresan durante la noche, durante el día pueden correr el riesgo si tienen comida a la vista. Guarda los cereales, el arroz, la harina y otros en recipientes herméticos. Limpia a fondo tus alacenas. Los roedores son excelentes escaladores, si algún árbol está muy cerca de tus ventanas, pódalo. Cierra de forma segura los cestos de basura y recoge cualquier fruto de los árboles de tu jardín.

Encuentra el rastro

Si ya encontraste ratones o heces, las medidas deben ser más drásticas. Sigue su pista: si ves uno, quédate quieto y ve hacia donde se dirige para encontrar su nido.

Esto es de vital importancia, ya que allí están sus crías. Generalmente se instalan en lugares oscuros y ocultos. Si ves el nido, colócate unos guantes y mételo dentro de una bolsa para echarlo a la basura o bien lejos de tu hogar, en cualquier espacio salvaje.

Si no, lo mejor será que recurras a alguna de las trampas que vas a conocer a continuación.

 

Trampa humana (o compasiva)

Si no quieres matar al ratón puedes comprar la denominada “trampa humana”, son más caras que las convencionales, pero podrás reutilizarla y es una de las pocas opciones (sino la única) que te permite liberarte del ratón sin matarlo.

También puedes hacerla tú mismo con una caja de zapatos, aceite, cebo (queso o mantequilla de maní), arena y una botella de más de 2 litros. Es muy simple:

Corta la boca de la botella de modo que el ratón pueda entrar: colócala inclinada dentro de la caja de zapatos (sin tapa, por supuesto). Luego agrega la arena para que haga peso y chorrea con aceite el interior (para que el ratón entre, pero no pueda salir). Finalmente coloca el cebo dentro de la botella.
Pon la trampa en el sitio preciso: en un lugar donde sepas que los ratones suelen estar.
Revisa tu trampa todos los días: cuando encuentres un ratón dentro, libéralo en una zona descampada y alejada de tu hogar.

Trampas convencionales

También puedes optar por las trampas más comunes, como la del balde de agua (donde el ratón muere ahogado) o la que lo aplasta. Luego deberás colocarte unos guantes y tirar el ratón muerto a la basura. A muchas personas no les gusta lidiar con el animal muerto, por lo que eligen otros métodos. Pero puedes tener en cuenta estas consideraciones.

No uses trampas con pegamento. Las trampas con pegamento son prácticas y económicas, sin embargo, significa una muerte lenta y tortuosa para el animal (morirá de hambre), que desesperado puede llegar a comer sus extremidades para liberarse. Pero la peor parte es que ese pegamento puede ser tóxico tanto para tu familia como para tu mascota. Aunque muchos fabricantes las siguen comercializando, muchos otros han dejado de hacerlo, ya que han recibido muchísimas quejas.
Intenta espantarlo. Este método puede no ser el más efectivo, pero si tu casa está preparada para no dejar entrar más a los roedores puede ser el indicado. Si alguno llega a entrar, espántalo con una escoba.
Usa repelentes. Hay varios repelentes comerciales anti-ratones. Pero tú también puedes crear el tuyo, con aceite de menta o de cedro. Úsalo en espacios oscuros y hendiduras para evitar que los ratones se acerquen e instalen en tu hogar.