Trabajo acreedor a Mención Honorífica en la Primera Feria Distrital Lasallista de Ciencia y Tecnología 2015 I+D+I
Categoría: Nivel Superior
Autor: Adrianna Mayella Avalos Barrón
Alumna de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad La Salle Victoria.
Correo de contacto: [email protected]
Introducción
Con el paso de los tiempos, la mujer ha pasado por una serie de procesos
para ser aceptada en la sociedad como un igual. La historia relata su travesía en
la obtención del derecho a una buena educación, libertad de voto y expresión,
para eventualmente ser una profesionista y tener puestos de importancia alejados
del hogar. Entre las más conocidas mujeres visionarias podríamos mencionar a
Sor Juana y Leona Vicario, las cuales buscaron mostrar sus pensamientos sin
tener que provocar una minimización del hombre, sino más bien que a ambos se
les considerase como iguales.
Actualmente, la mujer continua en la lucha por una equidad en los roles que
desempeña y sobresale en ámbitos como la tecnología, la política y los medios de
comunicación. Según la Revista Forbes (2013), en México se encuentra a
Carmen Aristegui como mujer destacada en los medios al ser considerada una
líder de opinión pública que permite observar la participación en medios que
ejercen las mujeres. Por su parte, Denise Dresser, realiza argumentos analíticos
participando en diversos medios masivos y Lydia Cacho denota sus pensamientos
acerca de la equidad.
El presente trabajo busca llevar a una reflexión sobre lo que han logrado
ellas y muchas otras mujeres, y lo que les falta por alcanzar, en su actuación
como profesionales de los medios de comunicación, ofreciendo un panorama de la
situación actual de la mujer en los medios.
El rol de la mujer en los medios de comunicación
Los medios, en especial la televisión, han generado una controversia en
cuanto a la igualdad que manejan entre el varón y la mujer. Loscertales & Núñez
(2009), muestran que los contenidos mediáticos transmiten ideas sobre el valor
que adquiere la mujer en la sociedad, dando a conocer el sentido de inferioridad,
roles adquiridos y estereotipos establecidos a la figura femenina, por cierto sector
de la población, el cual provoca que esta creencia se difunda a un gran número de
individuos.
Los medios se han encargado de ser socializadores, dictan estatutos sobre
los comportamientos de los individuos, logrando que se cree un concepto sobre lo
femenino.
La forma en que están representadas las mujeres en los medios de
comunicación es el resultado de una interacción de fuerzas que
moldean la realidad social. Una de estas fuerzas sociales son los
medios de comunicación. Los medios de comunicación producen
sistemas de mensajes y símbolos que crean o estructuran las
imágenes predominantes de la realidad social afectando así al
proceso de cambio social. (Ceulemans & Fauconnier, 1980, p. 7).
Se deben realizar mejoras en los medios de comunicación, porque la
mayoría de la población tiene acceso a la presentación que se hace en la
televisión, por lo cual si se da una idea errónea de la mujer seguirá presente esta
forma dejándose de lado la equidad.
La imagen de la mujer y del hombre en los medios de comunicación
todavía no refleja la pluralidad de papeles y funciones que ambos
desarrollan en la sociedad actual, incluso hay secciones donde la
invisibilidad de las mujeres queda latente (Loscertales & Núñez,
2009, p.442).
Ha sido visible esa transformación en donde la mujer está presente dentro
de la comunicación, pero aún siguen evidenciándose muchas debilidades que los
mismos encargados de estos contenidos no han logrado erradicar.
Loscertales & Núñez (2009) demuestran que la mayoría de las personas
que trabajan en medios son hombres, ocupando el 80% con respecto a las
mujeres, mostrando su poca participación. En un principio existía una participación
nula de parte de la figura femenina, con el paso del tiempo estas cifras han
logrado incrementar, posicionando a la mujer como un ser que puede ejercer
dentro de esta labor, pero estos números requieren de un aumento para que la
sociedad pueda progresar.
Es necesario que los medios de comunicación muestren a la mujer como
una profesionista, capaz de emprender diversos roles y ejecutarlos con eficacia,
dejando de lado los estereotipos que se manejan entre los grupos sociales.
Según un estudio realizado por Souza & Oyanedel (2008), la audiencia
busca una figura delgada, bonita, que en pantalla luzca como perfecta, dejando de
lado la capacidad analítica y científica que puedan tener las mujeres. “La mujer
prototipo en los medios son jóvenes, delgadas y de clase media o media-alta. Las
demás son la excepción: ancianas, enfermas, maltratadas” (Loscertales & Núñez,
2009, p.437). A través de estos ideales que se muestran en la televisión y demás
medios, se provoca que se sigan consumiendo esas imágenes erróneas acerca de
la mujer, un simple objeto sexual, que atrae a los varones, dejando de lado su
intelecto y los conocimientos que ellas pueden aportar a la audiencia.
Es evidente en la mayoría de los programas televisivos, observar que las
conductoras, como narran Loscertales y Núñez (2009), muestren edades entre 20
y 45 años, sin mostrar esta igualdad con respecto a los hombres, ellos participan
sin tener una edad promedio para retirarse de las pantallas.
Esto es visible dentro de los programas de noticias, espectáculos,
estimulando a que la mujer tenga que realizar cambios a su cuerpo para no tener
que quedarse sin su trabajo y dejar de figurar frente a los televidentes como
conductora. Souza & Oyanedel (2008) dicen que los espectadores rechazan a las
mujeres que son plásticas, consideran que son de mal gusto y sin clase alguna,
desprestigiándose como objeto sexual. Sin embargo este punto es contradictorio
debido a que la misma sociedad exige un “modelo” de mujer perfecta, que si no lo
cumple, la quitan, ya que lo que se busca es el rating para no perder a los
espectadores.
En el caso específico de los hombres al sintonizar cierta programación en la
televisión, buscan una atracción visual que los atrape a mirar lo que se presenta,
sin embargo buscan mirar la figura femenina natural y bella.
Las mujeres reconocen que la televisión es una industria que
presiona hacia un determinado tipo de relación entre el cuerpo de la
mujer y el espacio televisivo, donde la comercialización del cuerpo
sería el eje o punto crítico de la relación género y televisión” (Souza
& Oyanedel, 2008, p.9).
Es necesaria la conciencia de parte de los dueños y encargados de las
compañías televisivas sobre el enfoque que buscan dar de la mujer a la sociedad,
se han encargado de difundir los ideales feministas, igualdad de derechos,
compromiso porque sean escuchadas, pero al mostrarlas a su público no
muestran estos aspectos.
“En la televisión leemos modos de relación y percepción de la realidad”, se
encargan de transmitir valores, normas, roles, etc., dentro de los cuales es
fundamental considerar y recapacitar sobre los efectos de la televisión sobre las
ideas fundadas respecto a la mujer (Barrios, 2011, p.106). Al no considerarla en su
integridad y verla como una persona que debe tener cierto rango de edad, físico o
vestimenta para poder sobresalir, trae consigo que el progreso de percibir a la
mujer como alguien que se encuentra a la par de su sexo opuesto, no pueda darse
de manera definitiva.
Esto genera una confusión dentro de cada grupo social, ya que por una
parte los medios quieren dar a conocer a la mujer profesionista, emprendedora, no
obstante siguen pidiendo ciertas características para ser contratadas y puestas
como conductoras. Existe aún la problemática de la igualdad de género en los
medios de comunicación, aunque se ha dado un progreso dentro de este ámbito,
siguen presentándose casos discriminativos hacia la mujer, por lo tanto se
considera sumamente necesario hacer un análisis con respecto a este tema.
El objetivo primordial de los medios es vender por un fin a base de
estrategias, para de este modo tener a su audiencia al pendiente de su
programación. Un “estudio realizado en EEUU por Myers revela que en una
muestra de 4.294 comerciales televisivos, 1 de cada 3.8 incluyen mensajes sobre
«atractivo físico» (Fanger, 2002, p.1). Este punto es visible en la programación que
se difunde a los espectadores, en donde las mujeres cumplen con una cierta
imagen a través de la cual atraen y seducen a su público meta.
Muestra de ello son algunos estudios realizados a mujeres trabajadoras en
EEUU que constatan que las mujeres delgadas ganan más dinero, consiguen
trabajos con mayor prestigio, tienen mayor movilidad ascendente, es decir ocupan
posiciones de mayor poder en la sociedad (Fanger, 2002, p.1).
Las mujeres son presentadas en los medios con una imagen provocativa,
sin embargo, desde este punto hay una desigualdad debido a que en la mayoría
de los programas, la mujer es objeto de venta en cuanto a su cuerpo, lo cual atrae
a la audiencia varonil. Por consiguiente, al momento de solicitar un trabajo o dar a
conocer una información, las mujeres requieren contar con ciertas características
que definan su imagen, dejando de lado la experiencia, inteligencia, y otros puntos
clave para poder impartir una información importante dentro de los medios la cual
sea importante para la sociedad.
Esto ha influido en la representación de la mujer, mostrándola de diversas
maneras de acuerdo a los fines con los cuales se quiere asociar. Los medios han
establecido roles que se le atribuyen a la mujer, y que se ven reflejados en la
manera de mostrarla con respecto a su entorno.
Algunos datos, como los señalados por el estudio “Condiciones
laborales de las y los periodistas en México, un acercamiento”
realizado también por CIMAC, apuntan: aun cuando cada día hay un
mayor número de periodistas del sexo femenino trabajando en
industrias como la televisiva y radiofónica, la representación de
mujeres en los puestos de dirección, gerencia, subdirección y
jefatura de los medios electrónicos no va más allá del 15%. Aunado
a esto, las condiciones laborales a las que se enfrentan no son
alentadoras, pues en general existe aún “una relación de
marginación, y también de discriminación, de las mujeres en las
industrias mediáticas”, que incluye acoso sexual, rutinas de trabajo
exhaustivas, así como reconocimiento y remuneración económica
desiguales. (Chapou, 2011, p.1).
Y a causa de estas ideas que se han ido divulgando sobre la imagen de la
mujer, no sólo de boca en boca, sino también por la participación de los medios,
es que se sigue difundiendo a una mujer que no sobresale por sus logros propios.
Peters hace mención de esto, “señalan que este porcentaje se eleva
notablemente en lugares como Norteamérica o México, donde alcanza una cuota
del 19% en mujeres que ostentan cargos de poder, en muchos casos siendo ellas
propietarias o editoras de estos medios” (como se citó en Cabo,2007,p.19).
Esto refleja la falta de integración de las mujeres dentro de los medios de
comunicación, teniendo solo un 10% como enfoque central a la mujer, sin
considerarla para figurar o dar a conocer los temas, ni tampoco dar a conocer su
forma de pensar dentro del ámbito informativo (Chapou, 2011, p.1). Otra de las
cifras expuestas a través del monitoreo de CIMAC, muestra que “Las mujeres
escriben 30% de las notas frente al 42% de los hombres; 27% son registradas por
agencias de noticias nacionales e internacionales, y por lo tanto el género no está
especificado” (Chapou, 2011, p.1).
México se encuentra en un porcentaje muy bajo de intervención femenina
en los aspectos relacionados con los medios de comunicación y su progreso en
igualdad está siendo desfavorable en contraste con otras naciones, en donde se
busca que la mujer y el hombre se miren como iguales. Comparando con otros
países, es visible la falta de compromiso que se tiene acerca de este tema en
México, en donde no se les da el crédito necesario o los espacios deseados para
que las mujeres destaquen de manera equitativa en los medios. En Yemen, por
ejemplo, existen espacios muy amplios en la prensa en donde abordan temas
relacionados con la mujer, dirigidos y redactados por ellas mismas (Pagán, 2002,
p. 197).
Desde este punto se hace visible la falta de equidad de género, a las
mujeres “no les resulta fácil su acceso a puestos de responsabilidad o más bien de
“protagonista” (Pagán, 2002, p. 181). Existen diversas creencias que sostienen
que las mujeres que figuran en este ámbito, no es gracias a los logros propios, si
no por las “ayudas extra” para poder ser reconocida. Esto promueve la idea de
que las mujeres frente a los medios son objeto de publicidad desde su imagen,
mientras que a los conductores son presentados con mayor protagonismo y
superioridad, por el aspecto y la vestimenta que llevan consigo.
Conclusiones
La mujer es un ser que engloba diversos ámbitos y es merecedor de los
mismos derechos, ejercer diversas actuaciones, dependiendo de las aspiraciones
y metas trazadas por ellas mismas. Como lo menciona Debeljuh, P. & Heras, M.
(2010), existió una transformación en la concepción de lo que abarca ser mujer, su
participación en el trabajo llamó la atención en Latinoamérica y ayudo a verla
como un ser que podía elegir, alzar su voz y mostrar que vale por sus ideas y
conocimientos.
Sin embargo, aun cuando todos estos procesos le han beneficiado para ser
reconocida como un ser que debe ser tratado con igualdad, siguen existiendo
obstáculos que dejan ver que persisten los roles establecidos para cada una de
ellas desempeña.
Nash evoca la lucha de las mujeres por lograr una equidad de género al
mencionar “la complejidad y las contradicciones del inmerso esfuerzo que han
realizado las mujeres durante más de 200 años para salir de la subalternidad y
ninguneo de las construcciones culturales» (como se citó en Tello, 2005, p.284).
Diversos personajes de variados ámbitos han contribuido a la labor de
romper con estos prejuicios respecto a los papeles que deben desempeñar las
mujeres, para permitirles un panorama más amplio en el cual pueda ejercer pues
cuenta con las mismas aptitudes que el sexo opuesto. A pesar de que existen aún
esos puntos en donde se le sigue considerando como símbolo únicamente de
maternidad, labores del hogar y actividades sin gran trascendencia, viéndola solo
desde el aspecto materno, la mujer ha dado paso a una nueva etapa, en la cual
ella misma ha empezado a forjar su camino, en donde puede sobresalir aun
siendo mujer debido a que cuenta con las mismas posibilidades que el hombre.
Referencias
Barrios, L. (2011). La mujer en la televisión: el caso chileno. 29. Recuperado de:
http://comunicaciones.uc.cl/prontus_fcom/site/artic/20120107/asocfile/2012010720
2138/la_mujer_en_la_televisi__n__el_caso_chileno_web.pdf
Cabo, R. (2007). La presencia de estereotipos en los medios de comunicación:
análisis de la prensa digital española. Comunidad de Madrid. Recuperado de:
http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application/pdf&bl
obheadername1=Content-
disposition&blobheadervalue1=filename%3Dmujer+en+medios+digitales.pdf&blob
key=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1158619524568&ssbinary=true
Ceulemans, M. & Fauconnier, G. (1980). Imagen, papel y condición de la mujer en
los medios de comunicación social compilación y análisis de los documentos de
investigación. [versión DX Reader]. Recuperado de:
http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001343/134358so.pdf
Chapou, M. (2011). Mujeres periodistas: Cambio social y democratización de los
medios en México. Revista mexicana de comunicación. Recuperado de:
http://mexicanadecomunicacion.com.mx/rmc/2011/08/10/mujeres-periodistas-
cambio-social-y-democratizacion-de-los-medios-en-mexico/
Debeljuh, P. & Heras, M. (2010). Mujer y liderazgo: construyendo desde la
complementariedad. México: LID Editorial Mexicana.
Fanger, E. (2002). Cuerpo y cultura. Razón y Palabra. no. 25. Recuperado de:
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n25/emcphail.html
Forbes Staff . (2013). Listas de mujeres. Las 50 mujeres más poderosas de
México. Recuperado de: http://www.forbes.com.mx/las-50-mujeres-mas-
poderosas-de-mexico-3/
Loscertales, F. & Núñez, (2009). La imagen de las mujeres en la era de la
comunicación. Revista Científica de Información y Comunicación. 6. Recuperado
de: http://institucional.us.es/revistas/comunicacion/6/4.2%20Loscertales.pdf
Pagán, J. (2002). Medios de comunicación para una sociedad global. [versión DX
Reader]. Recuperado de:
http://books.google.com.mx/books?id=hT7ILsQPGP4C&pg=PA175&dq=mujer+en
+la+comunicacion&hl=es&sa=X&ei=mr3tUoSYFoS8oQTT1IC4Dw&ved=0CDkQ6A
EwAw#v=onepage&q=mujer%20en%20la%20comunicacion&f=false
Souza, M. & Oyanedel, R. (2008). La imagen de la mujer en la Tv. Recuperado de:
http://www.cntv.cl/prontus_cntv/site/artic/20110317/asocfile/20110317173926/muje
resgenero.pdf
Tello, N. (2005). Mujeres en el mundo. Historia, retos y movimientos. Lectora.
No.11. Recuperado de:
www.raco.cat/index.php/Lectora/article/download/205544/284743