Aomori  Matsumoto, tiene  23 años, originaria de Ciudad Victoria es la hija mayor de una familia de cuatro integrantes. Responsable, comprometida con su comunidad  y consciente de su condición de ciudadana global, ha buscado tener más incidencia en su realidad y la de los que la rodean.

Comprometida con causas que defienden y dignifican la condición humana con enfoque en los jóvenes y niños de Latino américa y el Caribe. Entusiasta de temas de Medio Ambiente, Empoderamiento Juvenil, Empleo Digno y Dialogo Intergeneracional e Intercultural y Educación Global.  Encuentra sui pasión por las personas y el servicio a mi comunidad al ser parte de la Asociación de Scouts de México. Con más de 10 años de experiencia como voluntaria en diversas organizaciones de la sociedad civil, ha tenido la oportunidad de ser representante de la juventud de nuestro país y nuestra región en diversas plataformas de participación Juvenil y espacios de negociación a nivel nacional e internacional.

Considera que una gran parte de su  educación y su fe se afianzó gracias a  las Misiones LaSallistas. Graduada de la Universidad la Salle Victoria como Lic. en Comercio Internacional en diciembre del 2014.

Actualmente, junto con un equipo de tres jóvenes más, funje como Coordinadora de la Red Interamericana de Jóvenes en la Organización Mundial del Movimiento Scout-Región Interamericana y es  miembro del Órgano de Fiscalización para el Foro Latinoamericano y Caribeño de la Juventud (FLACJ). Gracias al networking con ambas organizaciones, tuvo la oportunidad de formar parte del equipo de «Trainers» de Educación Global para la Universidad de Juventud y Desarrollo (UYD) en Mollina, España en Septiembre 2015 para el taller de «Training for Trainers» encabezado por el North South Center y relizado en el CEULAJ (Centro Euro Latino Americano para la Juventud).

Adicionalmente,  forma parte del cuerpo laboral de nuestro país como Coordinadora de Reclutamiento y Recursos Humanos de la empresa SVAM International de México.

​En sus gustos personales, le fascina cocinar,  disfruta de viajar por trabajo ​y  conocer personas. No concibe la vida sin chocolate y le gustaría ser mejor madre para su perro Momo.

 

MDT: Aomori, muchas gracias por conceder esta entrevista a Mujeres de Tamaulipas. Primero que nada, cuéntanos un poquito sobre ti, ¿Cómo inicias esto que conocemos hoy en día como un liderazgo juvenil tan importante en América Latina y el mundo? Conocemos tu trayectoria pero ¿Cómo fue el comienzo?

AM: Yo creo que todo fue sin querer, no lo planee. La verdad es que no lo tenía pensado, cuando  comencé todo esto ni siquiera me cruzó por la mente que iba a tener la oportunidad de estar en espacios como en los que he estado y mucho menos que tendría la responsabilidad de representar a otras personas de mi edad, con problemas iguales o más grandes que los míos, eso no me lo esperaba. Empecé con el scoutismo, para mí los scouts es un movimiento muy importante en mi vida porque me ayudó a encontrar mi identidad y a tomar el camino que yo quería seguir y que es la misión de mi vida: servir. Yo a partir de esta palabra, servir, empecé a empoderarme, a buscar tener más impacto, otros alcances. Fue poco a poco, pero todo inició por los Scouts, fui voluntaria y progresivamente fui creciendo en los diferentes puestos del escultismo. Además, yo hacía voluntariado en otras distintas áreas con mi mamá, lo hacíamos de manera independiente, como familia.  Todo esto se conjuntó y formó mi identidad, también influyó lo que estaba viviendo en ese momento en mi vida, por ejemplo en la escuela, en los Scouts, en el voluntariado con mi mamá y creo que todo ello forjó en mí esa necesidad y ese sentimiento de querer servir a los demás.

MDT: Así iniciaste tu carrera pero al día de hoy ¿cuál consideras que ha sido tu principal reto?

AM: Yo creo que mi principal reto ha sido que el dinero y la falta de recursos no sea una barrera, porque tengo que decirlo, no vengo de una cuna de plata, todo me ha costado mucho trabajo y le ha costado mucho trabajo a mi familia. Yo agradezco muchísimo que el primer viaje que detonó todo esto, que fue un viaje al primer taller para promotores de los Objetivos de Desarrollo de Milenio, tuve la oportunidad de ir porque me apoyaron mis abuelos y me apoyó mi familia, porque en ese momento nosotros como familia no podíamos solventar un viaje de ese tipo, entonces mi mayor reto ha sido sobreponerme a esa falta de recursos. Y también a mi falta de recursos personales: falta de conocimiento, quizá iba y me sentía muy tonta pero llegaba y me ponía a leer rapidísimo para poder empaparme del tema y seguir adelante. Yo creo que el mayor reto ha sido eso, sobreponerme a mis limitantes.

MDT: Si pudieras cambiar algo desde tu inicio al día de hoy, ¿crees que sería eso lo que cambiarías o algo más?

AM: No, yo creo que lo que cambiaría es ser más valiente. No tener miedo de hablar y decir lo que pienso, no tener miedo de decir lo que estoy viendo, lo que me está sucediendo. A veces por miedo uno se queda con ese sentimiento de poder haber dado más y no haberlo dado, creo que eso lo he aprendido con el paso del tiempo. El decir las cosas es lo que creo que más he aprendido y que intento practicar en este momento que tengo la oportunidad y la posibilidad de alzar la voz: no quedarme callada, ser valiente.

MDT: Y ya que tocas el tema del miedo, ¿a qué le teme Aomori?

AM: Le tengo miedo al conformismo. Me siento muy bendecida por tener muchas habilidades y conocimientos, pero él no compartirlos me parece que es uno de mis miedos más grandes y que, por temor a no poder seguir adelante, no corresponda a todo lo que la gente me ha dado, a lo que  han invertido en mí. El conformismo creo que sería lo que más temo.

MDT: ¿Y qué es lo que más deseas?

AM: Lo que más deseo… creo que mi deseo más grande en este momento es poder ver una humanidad más humana. Ese es mi mayor deseo, que no tengamos que estar sufriendo por todo esto que está sucediendo, que realmente tuviéramos esa conciencia de saber que lo que hacemos afecta al otro, independientemente del área y del momento en el que estas. Yo creo que eso sería mi mayor deseo.

MDT: ¿Cuál ha sido tu mayor derrota en este caminar?

AM: También he tenido muchas. Yo creo que la universidad ha sido algo que me ha pesado muchísimo. El no haber podido superar esa limitante de recursos que había comentado y quedarme con las ganas de estudiar lo que era mi pasión, en ese momento fue mi mayor derrota, pero al mismo tiempo también fue mi mayor victoria.

MDT: ¿No querías estudiar la Licenciatura en Comercio Internacional?

AM: No, quería estudiar la Licenciatura en Relaciones Internacionales y desde que salí del bachillerato era lo que quería estudiar. Sin embargo, eso me dio también la fortaleza y después, ya cuando había pasado todo y que termine mi universidad me di cuenta que Comercio Internacional era la carrera en la que debía de estar. Gracias a ella en este momento puedo entender las vertientes en los temas económicos y tener la visión económica, pero también tener la visión humana que siempre he trabajado y al mismo tiempo tener por experiencia y por la participación activa esa parte de las relaciones internacionales.

MDT: Aomori ¿a quién admiras y por qué?

AM: Tengo tres personas principales a las que admiro. La Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela y Gandhi y me encantan los tres por su congruencia. La congruencia con la que vivieron, todo lo que ellos pensaban, lo decían y lo hacían. Para mí es creíble, es algo que admiro muchísimo y creo que su liderazgo es basado en la congruencia y la coherencia que tenían en su forma de actuar. Lo que realizaron… ellos creían en ello y además trabajan en ello y la gente veía eso y es lo que a mí me fascina. Pero también las personas que más admiro son todos mis amigos, puedo decir que de todas las personas que conozco hay algo que admiro de ellos y las personas que están muy cercanas a mí son mis mayores ídolos: mi familia, mis amigos y las personas de mi equipo de trabajo, porque yo no trabajo sola. El ser representante si es muy importante pero también el equipo de trabajo, yo no podría hacer nada sin ellos. Por ejemplo, actualmente trabajo en los Scouts como coordinadora y tengo un equipo de trabajo de tres personas que trabajan a la par conmigo, somos cuatro. Uno es de Brasil, se llama Tiago, otro chico es de Argentina y se llama Matías y otra chica de Curazao de las Antillas Neerlandesas que se llama Ilian, yo la adoro y la admiro muchísimo como persona y como profesional. He aprendido muchísimo de las personas con las que he convivido, de aquí de México en especial hay un chico que se llama Tonatiuh que fue mi equipo de trabajo cuando estuve coordinando aquí en México, le aprendí tantísimo, de las primeras lecciones que me dio fue aprender a escuchar a las personas, porque soy muy parlanchina, a veces se me olvida escuchar y escuchar verdaderamente, activamente.

MDT: ¿Cómo has equilibrado todo este éxito con tu vida personal? Eres muy joven pero también tienes tu vida personal…

AM: Es muy complicado la verdad, si es muy complicado…. pero uno va aprendiendo que hay algunas cosas que, ni siquiera me gusta llamarlas sacrificios, pero hay cosas que cambio. Por ejemplo, he perdido mucho la cuestión de salir a fiestas con mis amigos o de pasar tiempo con ellos, pero lo recupero cuando viajo, me encanta salir, me encanta bailar. Entonces, en la cuestión personal si es complicado, pero también es muy gratificante cuando realmente te gusta hacer algo. El poder ser mujer también, porque a veces de tanto trabajo que tenemos se nos olvida irnos a depilar la ceja, cortarnos el cabello, hacernos un cariñito, pero a veces si hay que hacer un alto y decir tengo que ir porque también es importante.

MDT: Claro lucir bonitas también es importante,  porque vas a foros mundiales entonces tienes que cuidar tu presentación personal. ¿ Cómo lo haces?

AM: Y es algo muy importante eso que acabas de decir, el sentirme bonita y el sentirme segura para mí ha sido muy importante, lo he traducido mucho a la moda, el poder vestirte como tú quieras y que te sientas bien también es un arma para nosotras para sentirnos con seguridad y con presencia al llegar a un lugar; es muy importante para mí.

MDT: El  ser mujer  ¿te dificultó o te ayudó en tu camino para lograr tu posición?

AM: Pues no sabría decir si me afectó o me ayudó porque la verdad es que yo me considero una igual. Lo que sí podría decir es que el tener una perspectiva femenina, el tener una perspectiva como mujer, me ha ayudado muchísimo a entender algunos problemas que quizá parecen ser muy obvios, pero solo teniendo la delicadeza de irse al detalle es como se pueden entender de raíz y no solo superficialmente. Esa parte que yo reconozco de mí como mujer que es ser muy detallista,  muy enfocada al detalle, me ha ayudado muchísimo porque me puedo ir al origen y no quedarme en lo evidente. Creo que es una de las cuestiones que como mujeres nos puede ayudar mucho.

MDT: Hablas de algo muy importante que está muy en agenda, la equidad. ¿Qué opinas tú de la equidad entre hombres y mujeres?

AM: Yo creo que es una cuestión de igualdad. El sentirme una mujer lo suficientemente capaz, sentirme suficiente como para competir con un hombre ahí es donde radica la diferencia. Como mujeres no hay que ir con la mentalidad de que me van a discriminar, nosotras tenemos que ir fuertes y considerarnos iguales. Tengo ahí un pequeño problema con las cuotas, yo no siento que sea necesario que me pongan una cuota de mujeres porque podemos caer en discriminación con los hombres.

MDT: Al imponerles que por fuerza seamos igual en número cuando quizá no seamos las más capaces, ¿estás hablando de algo así?

AM: Exactamente, para mí es una cuestión de habilidades y conocimientos. Esto también ha sido clave para mí como joven, porque el contexto en el que me muevo es mucho sobre la participación juvenil y se da mucho también la discusión de ¿adulto o joven? Para mi es una cuestión de capacidades y de habilidades más que de ser hombre o ser mujer, ser joven o ser viejo, ser adulto o ser niño. Es una cuestión de capacidad y para mí eso es muy importante, tratar de ver a todos como personas que son capaces de, no como un grupo vulnerable.

MDT; ¿Y que aconsejarías a las mujeres que nos leen para conseguir el éxito? ¿Cuál sería el consejo de Aomori?

AM: Que no tengan miedo, que sean valientes, que crean firmemente en lo que ellas están haciendo porque muchas veces el no creer que lo que hacemos es importante pareciera restarle fuerza a nuestra actividad. Entonces, si uno cree con certeza y con el corazón en lo que está haciendo y lo hace con  pasión, sobresale, por el simple hecho de poner el corazón en ello. Y el ser valiente ante la crítica de familiares, del público, hasta de tus mejores amigos. El ser valiente es lo que más me ha marcado porque creo que la diferencia entre el éxito y el quedarte en tu lugar, porque para mí ese sería el fracaso, el quedarte sin hacer nada, son dos segundos de valentía, decir si puedo y vamos.

Al momento de cerrar esta entrevista Aomori estaba a un día de viajar a Madrid, España. Al preguntarle el motivo de su viaje esto fue lo que nos respondió:

“Voy a una reunión que se llama COMEM. Es una reunión del Foro Europeo de Juventud, voy a estar representando al FLACJ que es otra organización internacional con la que estoy apoyando en la Secretaría de Vigilancia y también en la Secretaría de la Presidencia. Se van a tratar las cuestiones de las políticas públicas en materia de juventud como la defensa de los derechos de la juventud y también temas concernientes a la cuestión política en cuanto a la relación Europa-Latinoamérica.”