En plena era consumista, regida por el ‘fast fashion’, ha surgido de sus cenizas cual ave fénix una tendencia casi olvidada. La artesanía, lo hecho a mano, vuelve a hacerse un hueco en el mundo de la moda, el arte, el diseño… Las grandes firmas, con la reinvención en ‘modo on’, se han propuesto recuperar la esencia de sus orígenes, de lo artesanal. Casas como Bottega Veneta, Ermenegildo Zenga Couture o Tom Black muestran al mundo entero la gran labor de sus maestros artesanos a la hora de confeccionar sus colecciones. Tejidos naturales, como el algodón, la lana, el lino, la piel o el cuero, son el centro de atención de delicadas elaboraciones hechas a mano, en las que el esfuerzo, la experiencia y el cariño se notan en cada detalle.

Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué se ha dado esta vuelta de tuerca? Pero lo más importante, ¿por qué atrae tanto este estilo de fabricación? La respuesta es bien sencilla. Queremos sentirnos importantes, únicos, llevar algo que no tienen los demás, pensado en nuestras necesidades y hecho por y para las personas. Pero además, la sociedad se ha vuelto mucho más consciente y exigente. Buscamos la excelencia y la calidad. Productos hechos con materiales naturales que no se estropeen a la primera de cambio. Y solo a través de la artesanía lo podemos disfrutar.